Cuando pensamos en la calidad de una imagen médica (ya sea una resonancia magnética, una tomografía computarizada o una radiografía), solemos centrarnos en el equipo. Pero hay un factor fundamental que influye en la nitidez de la imagen: la energía eléctrica.
En concreto, una energía eléctrica limpia y estable.
La mayoría de los sistemas de imagen son extremadamente sensibles. Una pequeña fluctuación o interrupción de la tensión, a veces imperceptible, puede provocar imágenes borrosas, reinicios del equipo o fallos en las exploraciones. En regiones como Latinoamérica, donde las fluctuaciones de energía son comunes, esto no es solo una posibilidad teórica.
Ocurre a diario.
Muchas clínicas utilizan generadores o protectores de sobretensión para las interrupciones. Pero estos no solucionan la inestabilidad de la energía que, de forma silenciosa, puede deteriorar el equipo de imagen o interrumpir las exploraciones.
Por eso, cada vez más equipos de radiología están considerando los sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS), no solo como respaldo, sino como garantía de fiabilidad y calidad en las exploraciones.
Un UPS de doble conversión disenado para estas aplicaciones ayuda a:
Si su equipo ha perdido alguna exploración o ha tenido que reiniciar el equipo durante una sesión con el paciente, quizá sea el momento de analizar la calidad de la energía que alimenta sus equipos de imagen.
¿Le preocupa que los problemas de energía puedan afectar la calidad de sus imágenes?
Hablemos. Estaremos encantados de compartir nuestra experiencia en Latinoamérica y las soluciones que implementan los hospitales.
